La Crisis del Agua en Caibarién
En el corazón de Caibarién, donde el agua potable debería fluir como el aire que respiramos, los residentes del Reparto Van Troi enfrentan una sequía constante –no de lluvia, sino de soluciones. Los edificios, agobiados por años de tuberías rotas, apenas reciben un hilo de agua. La Pesquera y La Playa, barrios cercanos, comparten la misma suerte. ¿La razón? Dos salideros en el camino de Rojas que el gobierno, con un suspiro, atribuye al “bloqueo yanqui”. No hay recursos, dicen.
Pero, oh sorpresa, los camiones rugen en la carretera de Yaguajay. Allí, entre Caibarién y Dolores, el ajetreo es frenético. Dirigentes de Recursos Hidráulicos, el Ministerio de Turismo y hasta Gaviota corren para reparar la tubería que lleva agua potable a los hoteles de Cayo Santa María. ¡Qué ironía! Mientras el pueblo se las arregla con cubos y promesas vacías, el turismo brilla como un Tamagotchi recién comprado en los 90.
Prioridades al Descubierto: Hoteles sobre Hogares
El contraste es tan crudo que duele. En Van Troi, la mitad de los edificios no ven agua corriente; en La Pesquera, los grifos están secos como chiste malo. Pero en Cayo Santa María, los hoteles no pueden esperar. ¿Genial? Más bien... cuestionable. La maquinaria estatal se mueve rápido cuando hay divisas de por medio –el turismo, el salvavidas del régimen, no admite demoras.
Reparar una tubería para el pueblo, sin embargo, parece misión imposible. Los vecinos, hartos de excusas, ven cómo el gobierno esquiva el problema con un “no hay recursos” que suena a disco rayado. ¿Y los camiones de ayer? Esos sí tenían combustible, personal y urgencia. Pero claro, eran para el cayo.
El Costo Humano de la Desigualdad
Imagínate despertar cada día sabiendo que el agua no llegará. El olor a lluvia en la calle, que debería ser un alivio, solo recuerda lo que falta en casa. Las familias de Caibarién no piden lujos, solo lo básico: un grifo que funcione. Pero el sistema tiene otras prioridades. ¡Uf! Es como si los hoteles fueran los hijos mimados y el pueblo, el pariente olvidado.
Esto me recuerda a cuando, bueno, da igual –la cuestión es que la gente sigue esperando. Los salideros de Rojas no son nuevos, llevan años sangrando agua mientras los barrios se secan. Un error gramatical en las promesas oficiales no cambia la realidad: el agua va al turismo, no a la gente.
¿Qué Queda para el Pueblo?
La carretera de Yaguajay, llena de camiones ayer, es un símbolo. No de progreso, sino de abandono. Mientras el suministro de agua para los hoteles se resuelve en horas, los vecinos de Caibarién esperan años. ¿Es justo? Nadie lo pregunta en voz alta, pero la respuesta flota en el aire.
La próxima vez que veas un hotel reluciente en Cayo Santa María, piensa en Van Troi. En La Pesquera. En La Playa. En la gente que, con cubos en mano, sigue esperando que el agua –y la dignidad– lleguen algún día.
📌 Otras noticias recientes desde Cuba que podrían interesarte:
- Rogelio Bolufé: del círculo de Fidel Castro a una celda en Texas
- ¿GAESA oculta 14.500M de dólares mientras Cuba sufre?
- Las Paredes Cubanas Que Ya No Se Callan
Con Información de: La Tijera
Redacción: Cortadito News
Gracias por tu visita. Déjanos tu comentario, sugerencia o pregunta. ¡Tu opinión es muy importante para nosotros!