¿Correr por una pipa o resignarse a la sed?: La otra cara de Santiago de Cuba

Santiago sin agua potable: barrios enteros sobreviven más de 20 días sin servicio mientras el silencio oficial crece. ¡Descúbrelo todo!
Personas en Santiago de Cuba cargando cubos por escasez de agua potable
Pipas de agua abastece a Santiago de cuba despues de largo tiempo de falta de este fluido


Una ciudad sedienta donde la dignidad se escurre entre los dedos

En pleno 2025, Santiago de Cuba vive una rutina distorsionada que ya ni asombra. Un camión cisterna aparece en la calle y, en cuestión de segundos, todo el vecindario se lanza detrás como si repartieran oro líquido.Abuelos cojeando, madres sudadas con niños pegados al pecho, hombres desesperados arrastrando tanques plásticos como si eso fuera normal. ¿El objetivo? Cosechar unas gotas. ¿El premio? No morir de sed ese día. Con un sol que cae a plomo y parece reírse del sufrimiento ajeno, la escena se vuelve aún más cruel. ¡Vaya tela! Hay momentos que ni en las pelis más trágicas… y aquí, lamentablemente, son cosa de todos los días.

Barrios enteros sin una gota de consuelo

En zonas como Altamira, Sueño, Agüero o Mariana de la Torre, abrir la pluma se ha vuelto tan inútil como soplarle a una piedra. Se han registrado casos donde pasan hasta tres semanas completas sin una sola gota en las tuberías. ¿Un golpe de suerte cuando llega? Más bien una rareza. Cuando llega, aparece una pipa estatal sin aviso previo, sin horarios, sin intención de subir a un edificio ni respetar necesidad. ¿Y quiénes sí reciben más? Ya lo sabrás: los “cuadros”, los del “te llamo y te resuelvo”, los del amiguismo... los de siempre. Ironías de un país donde el agua no fluye, pero los privilegios sí.

¿Y los edificios altos? Trampas mortales

La situación empeora en los pisos superiores, donde cargar agua se ha convertido en deporte extremo. Imagínate a una embarazada subiendo 4 pisos con un cubo de cinco galones. ¡Flipante! No hay cisternas ni tanques; solo escaleras rotas y oscuras, y una población envejecida con más fe que fuerza. La infraestructura hidráulica está hecha polvo, literalmente. Y las bombas, cuando existen, son como el Tamagotchi: ya nadie sabe usarlas, ni si aún funcionan.

Cuando el agua enferma más de lo que sana

Pero lo realmente inquietante viene después: el agua que llega —cuando llega— no siempre sirve. Se almacena en recipientes contaminados: baldes reciclados de pintura, botellas viejas, tanques abiertos al sol. Resultado: criaderos de mosquitos, bacterias, enfermedades como dengue, leptospirosis o diarreas que ya colapsan los hospitales. Pero shhh... las autoridades lo llaman "reto sanitario". ¿Genial? Más bien... cuestionable.

Y esto, sinceramente, me recuerda a los tiempos en que las abuelas decían “hierve el agua, mija”. Solo que ahora, ni para hervir alcanza. Bueno, da igual…

El silencio institucional como única respuesta

Mientras tanto, los funcionarios se duchan sin apuros, sus hijos chapotean en piscinas llenas hasta el borde, y los partes informativos se emiten con sonrisas fingidas. ¿La solución? No llega. Ni llegará. El desgobierno prefiere invisibilizar el problema y tratar de colarnos que esto es "transitorio". ¿Transitorio? Como decir que vivir sin alma es una etapa.

La indignación como motor de resistencia

Una mujer —santiaguera pura, con voz de trueno y mirada de rabia— gritó en plena estampida:

“¡Súbelo, Mayeta, que si el agua no corre, al menos que corra la verdad!”

Y vaya si corrió. La frase se volvió consigna, eco callejero, puñal narrativo. Porque en una isla donde hasta el agua es un lujo, contar lo que pasa es un acto de rebeldía. Un tipo de periodismo que no solo informa, sino que respira con olor a lluvia y grita desde el estómago.

Detrás de cada gota, una historia

En Santiago de Cuba, hoy no se vive... se sobrevive. Se corre. Detrás del agua potable. Detrás de la verdad. Detrás de una esperanza empapada de rabia.

Y mientras las pipas sigan cruzando las calles como si fueran ambulancias, y los políticos sigan lavándose las manos en lugar de enfrentarse a la realidad, seguiremos escribiendo esto. Mal escrito a veces, sí. Con errores, como todo lo humano. Pero real. Incompleto como la vida, pero necesario.

¿Y tú, también correrías por una pipa? ¿O esperarías a que llueva justicia?

👉 Comparte este artículo si tú también crees que el agua no debe ser un privilegio, sino un derecho.

📌 Otras noticias recientes desde Cuba que podrían interesarte:

- ¿Viajar a Cuba en 2025? Lo que la aduana cubana puede quitarte sin pestañear

-  ¿Soluciones Creativas o Burla al Hambre en Cuba?

-  Niñez en Cuba: Entre piedras, sueños y dictadura

Fuente: Perfil facebook periodita independiente

Redacción: Cortadito News

Publicar un comentario

Gracias por tu visita. Déjanos tu comentario, sugerencia o pregunta. ¡Tu opinión es muy importante para nosotros!