¡Sí, es obligatorio y no es opcional! En Estados Unidos, llevar encima tu green card no es una recomendación amable —es ley. Y lo más curioso: aunque muchos lo ignoran, las consecuencias por no hacerlo pueden ser más serias de lo que te imaginas. ¡Ojo, que no vale con una simple foto en el celular! La tarjeta física debe acompañarte a todos lados como si fuera tu sombra... o tu Tamagotchi (¿te acuerdas?).
La advertencia oficial que no deberías ignorar
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) lanzó una alerta en redes sociales dejando las cosas bien claras: todo residente mayor de 18 años debe portar su green card física en todo momento. ¿Te paran sin ella? Problemas a la vista. ¿Delito menor? Sí. ¿Multas? También. Y no estamos hablando de un sustito.
“Quien no tenga el documento al ser abordado por agentes federales se expone a sanciones”, dice la CBP. ¿Exagerado? Más bien… incuestionable.
¿Y si llevo una foto en el móvil?
Vamos al grano: no sirve. Un abogado en migración (de esos que han visto de todo en Chicago, con cafés fríos en el escritorio y papeles por doquier) explicó que la imagen digital de la tarjeta no es válida legalmente. Solo el documento físico es aceptado. Punto.
¡Uf! Este tipo de detalles legales puede pillar a cualquiera fuera de base, especialmente si confías en la nube más que en tu propia billetera.
Esto me recuerda a cuando en los 2000 uno llevaba el carnet de la universidad en la cartera... solo para entrar a la biblioteca y no estudiar. Bueno, da igual.
¿El Real ID sustituye a la green card?
Spoiler: No. El Real ID tiene sus funciones: abordar vuelos nacionales, entrar a edificios federales... Pero no prueba tu estatus migratorio. Si te preguntan por tu condición legal en el país, mostrar esa tarjeta no va a sacarte del apuro. Así que no confundas papeles: no es lo mismo llevar un paraguas que un pasaporte, ¿verdad?
Si tu green card se pierde o vence… ¡no entres en pánico!
La green card caduca cada 10 años. Si la pierdes, cambia tu nombre o se arruga tanto que parece papel mojado, debes pedir una nueva. ¿Cómo? Fácil: llena el Formulario I-90. Se puede hacer por correo o por internet en el sitio web de USCIS.
Y si mientras tanto necesitas probar tu estatus (quizás para un trámite, o una visita sorpresa del tío Sam), puedes solicitar un sello ADIT, que actúa como prueba temporal de tu residencia. Y sí, suena a sello medieval, pero es válido.
¿Y si simplemente no la llevo encima?
¡Fliparías con la cantidad de residentes que piensan que no pasa nada! Pero no portar la green card física podría meterte en un embrollo legal. Aunque no suelen arrestarte por eso, te pueden multar, retener o complicar tus trámites. ¿Genial? Más bien... innecesario.
Recuerda ese olor a lluvia cuando no tienes paraguas: pues así se siente cuando te piden tu green card y... ups, se quedó en la gaveta.
Palabras finales (y clave, por si Google anda mirando)
Para los que aún lo dudan: los residentes permanentes deben portar siempre su green card. Esa es la regla, simple. Si bien antes no se aplicaba con tanta rigidez, hoy las autoridades están reforzando los controles migratorios.
Así que, por favor, no subestimes el peso de un plástico verde. Te puede evitar un mal rato, una multa y un dolor de cabeza legal. Porque al final del día, si vives en EE. UU. como residente, cumplir con la ley migratoria también es tu responsabilidad.
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Redacción: Cortadito News