El escándalo que nadie vio venir (o fingió no ver)
A ver, ¿quién se imaginaría que para conseguir una licencia en Florida bastaba con algo de billete y una buena conexión en CubaMax? Así —entre trámites misteriosos, apps de pago y "clientes satisfechos"— funcionaba una red más organizada que tu grupo de WhatsApp del colegio.
La palabra clave aquí es licencias fraudulentas, que dicho sea de paso, aparece más veces en este texto que en los informes del DMV (¡uf!).
El 20 de mayo de 2025 —una fecha que ya huele a archivo judicial— se encendió la alarma. La oficina del recaudador de impuestos en el Condado de Bay (sí, ese lugar que normalmente solo suena cuando suben los peajes) detectó transacciones más turbias que un café recalentado.
¿Cómo funcionaba este teatrillo de corrupción?
En pocas palabras: pagabas, te movían los hilos y salías con tu licencia. Así de "sencillo".
El truco estaba en evitar los exámenes (esos que casi todos odiamos), gracias a intermediarios con contactos bien colocados en el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV). ¿La plataforma favorita? Nada de cheques o bancos formales, Cash App, como si se tratara de pagar una pizza.
Y hablando de nostalgia... ¿Recuerdas cuando uno pensaba que la burocracia era como el Tamagotchi? Difícil de entender, pero inofensiva. Bueno, aquí no.
CubaMax: ¿inocente franquicia o cómplice necesario?
Las oficinas de CubaMax (en especial la de Panama City) parecían ser algo más que centros de envíos y recargas. ¿Casualidad? Mmm... más bien crash.
Aunque la empresa se apresuró a decir: “Oye, que somos solo franquicia”, la justicia dice otra cosa. Al menos tres empleados fueron arrestados. ¿Coincidencia? ¡Qué va!
Esto me recuerda a cuando un amigo mío decía que podía conseguirte entrada a cualquier concierto... luego resultó que las "entradas" eran fotocopias y nos dejaron fuera. Pero bueno, da igual.
¿Quiénes son los protagonistas del circo?
Entre los más nombrados (y esposados):
Bancelie Velazco (37) y Demetrius Smith II (30), empleados del DMV, con más cargos que un político en elecciones.
Niurbis Rosales (37), dueña de la sede de CubaMax en Panama City: 24 cargos. Flipante.
Zoila González-Peña (38), de otra oficina CubaMax: 12 cargos.
Otros: Leonardo Gutiérrez (32), Hung Du (58) e Isbrieta Parra (44). Cargos múltiples, y no precisamente en una tarjeta de crédito.
Y por supuesto, una empleada anónima (pero arrestada) y Mirna Fernández (34), usuaria estrella del fraude, también cayeron. ¡Ups!
El precio del engaño: 120 mil razones en efectivo
Sí, has leído bien. $120,000 fueron incautados. Un montón de efectivo que, suponemos, no venía de rifas ni pasteles. Este dinero era, presuntamente, producto de las licencias fraudulentas. Olor a lluvia en una tormenta de corrupción.
Las palabras del fiscal: entre indignación y advertencia
El fiscal general James Uthmeier no se anduvo con rodeos. Dijo que esto era una traición a la confianza pública. Que hay personas conduciendo camiones sin tener idea de lo que hacen. ¿Irónico? Más bien, peligroso.
“Esto es solo la punta del iceberg”, advirtió. ¿Genial? Más bien... cuestionable.
¿Y ahora qué?
Las ramificaciones de esta red podrían extenderse a otros condados. Y aunque no lo dijeron con todas sus letras, las autoridades están prácticamente gritando que esto no ha terminado.
🔍 ¿Qué opinas de todo esto? ¿Confiarías ahora en el sistema para sacar tu licencia? Cuéntanos en los comentarios y comparte este artículo si crees que la corrupción también debe tener fecha de expiración.
Este contenido se elaboró a partir de información publicada originalmente en Facebook por fuentes vinculadas al caso.
Fuente original: Bay County Sheriff's Office
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Redacción: Cortadito News
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