¡No puedo creer que nadie me hubiera contado antes sobre Nena Capitolio! Anoche me quedé hasta las 3 de la madrugada leyendo sobre ella y aún no puedo superar esta historia. Si les gustan los dramas de la vida real que superan cualquier telenovela, prepárense porque esto es brutal.
Cuando el amor se convierte en locura: La mujer que lo tenía todo
Vamos a situarnos: La Habana de los años 30. Una época donde las mujeres "decentes" se dedicaban al hogar y donde los escándalos se tapaban con dinero. Pero Nena no era cualquier mujer... ¡para nada!
María Elena Grant Lamingueiro (su nombre real, aunque todos la conocían como Nena Capitolio o "La Venus") nació en 1897 en Cayo Hueso. Su papá era un comerciante cubano forrado en dinero y su mamá una aristócrata inglesa. Imagínense: belleza + dinero + educación. Lo tenía TODO.
Pero como dice mi abuela: "Dios no da con dos manos". Y en el caso de Nena, lo que le faltaba era suerte en el amor... o tal vez cordura, ya verán por qué.
Sus matrimonios? Un completo desastre
Ok, empecemos por sus matrimonios porque ya aquí vemos que la pobre no daba una. Su primer marido fue un médico gringo que la dejó por otra después de un tiempo. AUCH. Y como si eso no fuera suficiente, su segundo marido (un diplomático cubano) resultó ser un patán que la maltrataba y le ponía los cuernos sin disimulo.
Después de semejantes experiencias, cualquiera se volvería un poco desconfiada, ¿no? Pero Nena decidió mandarlo todo al carajo y vivir como le diera la gana. Rompió con todas las reglas sociales (que en los 30 eran muuuuchas para las mujeres) y se instaló en La Habana llevando una vida que hoy llamaríamos "influencer de lujo", pero que en esa época era... digamos... bastante escandalosa.
No tenía casa propia. Se hospedaba en los mejores hoteles, frecuentaba fiestas exclusivas y se rodeaba de amigos artistas, intelectuales y, sobre todo, chicos guapos y jóvenes que caían rendidos ante sus encantos. Y ella, encantada de la vida.
El error que le costó todo: Santiago González
Y entonces apareció él... Santiago González. Un camarero guapísimo y estudiante de derecho que tenía 15 años menos que ella. Las mujeres decian que Estaba buenísimo (según las fotos de la época que encontré) pero también estaba buscando quien le pagara los estudios... 🚩🚩🚩
Pero como el corazón no entiende de señales de alarma, Nena se enamoró PERDIDAMENTE. Y cuando digo perdidamente, es PERDIDAMENTE. Comenzó a tratarlo como a un rey: le pagaba los estudios, lo vestía con ropa carísima, lo llevaba a eventos exclusivos y hasta lo hizo mudarse con ella.
Una amiga de Nena le dijo al periódico después del desastre:
"Nunca la había visto tan entregada a un hombre. Parecía una adolescente con su primer novio, no una mujer de 35 años con dos divorcios a cuestas".
La traición que desató la tragedia
No les ha pasado que cuando le dan todo a alguien, esa persona lo da por sentado? Pues eso le pasó a Santiago. Mientras Nena estaba completamente embobada, él empezó a verse a escondidas con María Teresa, una jovencita de su edad.
A Nena le empezaron a llegar rumores, pero como suele pasar, no quería creerlos. Hasta que un día encontró unas cartas de amor en la chaqueta de Santiago. Me imagino su cara al leerlas... el estómago revuelto, el corazón a mil por hora, las lágrimas, la rabia...
Y aquí viene lo trágico. La noche del 12 de marzo de 1933, después de una fuerte discusión donde Santiago ni siquiera negó la aventura, Nena esperó a que se durmiera. Se tomó varias copas para darse valor (según confesó después), sacó un revólver que guardaba en su mesita de noche y... PUM, PUM, PUM. Tres disparos que acabaron con la vida de Santiago mientras dormía.
Inmediatamente después, horrorizada por lo que acababa de hacer, intentó suicidarse disparándose en el pecho, pero falló (tenía que ser mala hasta para eso, pobrecita). Los huéspedes del hotel corrieron hacia la habitación y encontraron la escena que luego ocuparía las portadas de todos los periódicos: Santiago muerto sobre la cama ensangrentada y Nena herida, todavía con el arma en la mano.
El juicio que paralizó La Habana
¡Dios mío, el juicio! Fue el reality show de la época. TODOS en Cuba seguían el caso. Algunos periódicos hasta imprimían ediciones especiales solo sobre el caso de Nena.
Durante el juicio, Nena soltó la frase que la inmortalizó: "No me arrepiento. Lo amaba tanto que preferí verlo muerto antes que en brazos de otra". BOOM. Con esa declaración, la sala del tribunal enloqueció.
La sociedad cubana se dividió. Las mujeres conservadoras la veían como el diablo en tacones. Otras mujeres (sobre todo las que habían sufrido infidelidades) secretamente la entendían, aunque no lo dijeran en voz alta. Los hombres estaban aterrorizados pensando que sus amantes podrían sacar ideas de este caso.
Al final, los jueces la condenaron a 12 años de prisión, lo que muchos consideraron una sentencia suave. Probablemente su dinero y conexiones ayudaron un poquito, no seamos ingenuos.
De femme fatale a fantasma
Los 10 años que pasó en la cárcel de mujeres de Guanajay (salió antes por buena conducta) transformaron a Nena por completo. La que entró como una diva salió como una mujer arrepentida y envejecida prematuramente.
Lo más triste es su final. Cuando salió de prisión en 1943, ya nadie hablaba de ella. La sociedad que una vez la adoró le dio la espalda. Se mudó a Miami, donde vivió prácticamente en el anonimato hasta su muerte en 1961. Murió sola, sin familiares ni amigos cerca. Una muerte tan triste como su historia.
Por qué esta historia me obsesiona
Desde que leí sobre Nena no puedo dejar de pensar en ella. No justificar un asesinato, ¡por Dios!, pero me pregunto qué pasaba por su cabeza esa noche. ¿Hasta dónde puede llevarnos el amor tóxico? ¿Qué hubiera pasado si Nena hubiera tenido acceso a terapia o a un sistema de apoyo?
Lo que me parece más actual de esta historia es cómo juzgamos diferente a hombres y mujeres. Si Santiago hubiera matado a Nena por celos, probablemente habría recibido una sentencia menor o incluso habría sido absuelto (esto pasaba MUCHO en esa época). Sin embargo, que una mujer matara a su amante por la misma razón era visto como una aberración imperdonable.
Oye, y no puedo evitar pensar: Con lo melodramático de esta historia, ¿cómo es que Netflix no ha hecho una serie sobre Nena Capitolio? Yo pagaría la suscripción anual solo para verla!
¿Conocías la historia de Nena? ¿Qué piensas: víctima de su época o simple asesina? Déjame tu opinión en los comentarios y, si te ha gustado este artículo, compártelo con alguien que también disfrute de las historias reales de pasión y crimen. Y si conoces algún productor de Netflix, ya sabes qué sugerirle... 😉
REFERENCIA: Cubanet
Redacción: Cortadito News Escrito por: Pedro Alfonso Sánchez
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