“Ya no es amenaza… es realidad”, dice la opositora en Oslo
María Corina Machado, desde una sala en Oslo aún cálida por la presencia del primer ministro noruego, soltó una frase que suena a campanazo en toda Latinoamérica: “Venezuela ya ha sido invadida”.
No mañana. No en teoría. Ahora.
(Uno escucha eso y se le enfría el café… aunque aquí ni café hay con estos apagones).
Da escalofrío.
Habló con la voz firme, pero con los ojos de quien ha dormido poco: agentes rusos, iraníes, Hezbolá, Hamás, cárteles, guerrilla… todos operando “en sintonía con el régimen”. Y lo peor no es que estén ahí; es que controlan barrios, vidas, rutas. Algo así no se improvisa —se construye con años de impunidad y dinero negro.
¿Invasión? Más bien… ocupación silenciosa.
El 60 % del país bajo sombra criminal
Dice Machado que los cárteles de la droga y la guerrilla colombiana ya manejan alrededor del 60 % de la población venezolana. No es metáfora. Es territorio donde el Estado se borró… y otros llenaron el vacío. Trata de personas, prostitución, armas, petróleo de contrabando —todo fluye como río en época de lluvia.
Esto me trae a la mente a mi tío en Maracaibo, que un día me dijo: “Aquí ya no manda ni Dios ni el diablo… manda quien tiene el camión”. Bueno, da igual.
El punto que repite, una y otra vez, es este: el régimen no se sostiene con ideología, sino con financiamiento ilícito. Narcotráfico, mercado negro del petróleo, tráfico de armas… ese es el oxígeno del sistema. “Corten ese flujo —dice—, y la represión se cae sola”.
(El olor a lluvia en el Caribe antes anunciaba cosecha… ahora anuncia más clandestinidad).
¡Uf!
Entre el dolor y la esperanza: “La paz es un acto de amor”
Pero Machado no vino a Oslo solo a denunciar. Vino a sembrar algo raro hoy: esperanza. Agradeció en voz baja —casi con temor— a quienes la sacaron de la clandestinidad. “Algún día podré contarlo…”, prometió, cuidando no exponerlos.
Y ahí, en medio del frío nórdico, soltó una frase que suena a poesía, pero también a estrategia: “La paz, en última instancia, es un acto de amor”. No del amor romántico, no. Del que te hace salir a la calle aunque te tiemble el alma. Del que defiende a los hijos, a la tierra, al nombre mismo de Venezuela.
Como el Tamagotchi que cargábamos en el bolsillo en los 90, el país necesita alimentarse de verdad… no de simulacros.
“Venezuela será un faro, no un refugio de miedo”
Soñó en voz alta: un Venezuela libre, donde los millones que huyeron puedan volver. Donde no solo se reciba a los venezolanos, sino a “ciudadanos del mundo”, como en los viejos tiempos. Y sí, mencionó a Noruega —no por halago, sino como brújula. “Hemos usado a Noruega como ejemplo… y la usaremos hasta lograrlo”, dijo.
Su mensaje final fue simple, pero profundo: la libertad empieza en la decisión de una sola persona. Y cuando millones deciden lo mismo… ya no hay régimen que aguante.
📌 Otras noticias recientes Internacionales que podrían interesarte:
- Incautación Marítima Agudiza la Tensión Washington Caracas(+VIDEO)
- EEUU mete al Cartel de los Soles en su lista negra de terroristas
Fuente: Declaraciones de María Corina Machado en rueda de prensa en Oslo, reproducidas por medios internacionales
Redacción: Cortadito News
¿Tienes información sobre este tema? Envíanosla aquí.
⚠️ Aviso legal
El contenido de este artículo es informativo y se basa en fuentes públicas. Las opiniones son personales del autor y no constituyen asesoramiento profesional. Cortadito News no se responsabiliza por errores u omisiones de terceros ni por el uso que el lector haga de la información.
Disclaimer completo aquí.
.webp)
Gracias por tu visita. Déjanos tu comentario, sugerencia o pregunta. ¡Tu opinión es muy importante para nosotros!