Crisis en Cuba empuja migración masiva a Brasil

Según El Economista.es, la debacle económica en Cuba (un torbellino de carencias, apagones y políticas que no dan pie con bola) ha disparado una oleada migratoria hacia Brasil. ¡Vaya sorpresa! Un destino que, hasta hace poco, nadie tenía en el radar. Miles de cubanos buscan en el gigante sudamericano una vida digna, lejos de la isla donde todo parece desmoronarse.

Un éxodo que no para

Los números no mienten, aunque en Cuba a veces sean un misterio. En 2024, más de 22.000 cubanos pidieron asilo en Brasil, duplicando la cifra del año anterior. Y en 2025, ¡sorpresa!, han superado a los venezolanos en solicitudes, pese a la crisis vecina. ¿Por qué Brasil? Es como elegir un Tamagotchi en los 90: no obvio, pero con su encanto. La estabilidad económica y las oportunidades laborales son un imán para quienes huyen del colapso.

Curitiba, en Paraná, se ha convertido en el epicentro de esta migración. Allí, cubanos como Santiago de Posada —un emprendedor que dejó Camagüey para abrir una pizzería en 2022— ven crecer su comunidad día a día. “Es un no parar de gente nueva”, dice. Muchos encuentran curro en bares, peluquerías o restaurantes, mientras otros, más arriesgados, montan sus propios negocios.

¿Por qué huyen? El caos en la isla

La vida en Cuba está en modo crítico. Entre apagones que duran horas (o días, si la suerte no acompaña), escasez de gasolina y una inflación que nadie se atreve a calcular con precisión, la cosa pinta mal. El propio ministro de Economía, Joaquín Alonso, soltó que el combustible es un lujo y los sectores productivos están en coma. Añade sanciones de EE.UU. y decisiones internas que no dan una, y tienes la receta del desastre. ¡Uf! Vivir así es como oler la lluvia y no tener paraguas.

Roberto Carlos Escriba, un operador de maquinaria de Las Tunas, lo tuvo claro. En 2023, llegó a Curitiba y, aunque no nada en billetes, al menos puede “vivir como persona”. Su historia no es única. Lisbet Despaigne, madre de dos hijos, eligió Brasil para evitar el peligroso trayecto por Centroamérica. “No iba a exponer a mis pequeños a eso”, sentencia. Firme, ¿verdad?

Brasil: oportunidades y retos

¿Por qué Brasil es tan atractivo? Más allá de su economía, el programa Mais Médicos dejó una huella. Miles de doctores cubanos trabajaron allí, abriendo la puerta a otros migrantes. Pero no todo es color de rosa. La burocracia para lograr el estatus de refugiado es un dolor de cabeza, y el racismo, aunque no generalizado, aparece. Liset Larrondo, una cubana negra, lo vivió en carne propia en un salón de belleza. “No voy a dejar de ser quien soy”, dice, con una fuerza que flipa.

Influencers y supermercados llenos

Las redes sociales también juegan su papel. Influencers cubanos en Brasil, con miles de seguidores, muestran anaqueles repletos de comida y trabajos accesibles. Óscar Vázquez, un chef de La Habana, cuenta cómo muchos lloran al ver carne en los supermercados. “Es como si vieras un unicornio”, bromea. En Venancio Aires, Noslen Castro, un exactor reconvertido en youtuber, ayuda a decenas de compatriotas a asentarse. “Me llaman el alcalde”, dice, riendo.

Presión en las ciudades

El boom migratorio no pasa desapercibido. En Curitiba, el alcalde Eduardo Pimentel ya levanta la ceja. “Son bienvenidos, pero tanto flujo puede complicar las cosas”, admite. Los servicios públicos sienten la presión, y países vecinos como Argentina o Chile, que ya cierran puertas, no ayudan. ¿Genial? Más bien… cuestionable.

Esto me recuerda a cuando intenté aprender portugués en una semana… Bueno, da igual. Lo cierto es que, para muchos cubanos, Brasil es un respiro. Gerardo González, un tatuador de La Habana, cerró su negocio por los apagones y hoy vive en Curitiba con su familia y su chihuahua. “Aquí, entre venezolanos y cubanos, pronto hablarán español”, ironiza.

Una nueva vida, pese a todo

La migración cubana a Brasil ya no es una rareza, sino un fenómeno en alza. Para quienes logran establecerse, representa un escape del colapso económico y una chance de empezar de cero. Aunque los retos persisten, la esperanza —y el olor a lluvia en un país nuevo— los mantiene en pie.

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Redacción: Cortadito News