Ok, tengo que contarles algo. Llevo SEMANAS obsesionado con la pizza cubana desde que Javier, mi compañero de piso cubano, me preparó una después de aquella noche de copas donde le confesé que nunca había comido nada auténticamente cubano. "¡Qué vergüenza, chico!", me gritó mientras se dirigía tambaleante a la cocina a las 2 AM.
La Historia que Nunca te Contaron sobre la Pizza en Cuba
Mientras Javier preparaba la masa (algo borracho pero sorprendentemente hábil), me fue contando entre hipos y risas que sus abuelos siempre hablaban de "aquellos italianos" que llegaron a Cuba allá por los años 30. Aparentemente, como mil personas llegaron de Italia para construir iglesias católicas por toda la isla.
"Mi abuela decía que los mejores piropos se los tiró un italiano constructor de iglesias", me contaba mientras amasaba con fuerza. "Pero lo mejor que nos dejaron no fueron las iglesias, sino ESTO", dijo golpeando la masa con orgullo.
Según Javier (y posteriormente confirmé con su tía Lourdes por videollamada, porque no me lo creía), la pizza cubana es como la italiana pero... ¿cómo decirlo? ¡Con acento caribeño! Masa más gruesa y esponjosa, bordes quemaditos, y lo más loco: ¡SE DOBLA POR LA MITAD para comerla! "Es pizza para llevar antes de que existiera la pizza para llevar", me explicó Lourdes guiñando un ojo.
Ingredientes que Tendrás que Robarle a tu Vecina
Después de probar aquella pizza nocturna (que estaba para morirse), le supliqué a Javier que me enseñara. Me hizo jurar por mi equipo de fútbol favorito que no le contaría a ningún italiano la receta. Así que... ¡ups!
Para la masa necesitas:
2 tazas de harina (280g) - "Si usas la fancy, te mato", me advirtió
200ml de agua del grifo, pero déjala reposar (Javier tiene teorías conspiranoicas sobre el cloro)
1 sobre de levadura seca (6g) - "No la que viene en cubito, ¡no seas bruto!"
2 cucharadas de azúcar - "No, no es opcional. La masa cubana es dulce como yo", dijo guiñándome un ojo
2 cucharaditas de sal - "Para contrarrestar a los gringos", bromeó (creo...)
2 cucharadas de aceite de oliva - "Del barato, no desperdicies el bueno"
Para la cobertura:
Salsa de tomate CASERA (me regañó tres veces por sugerir comprarla)
Queso... y aquí viene lo bueno: "Usa mozzarella si quieres, pero mi abuela usaba cualquier queso que conseguía en la bodega. A veces mezclaba tres tipos diferentes. ¡Improvisa, coño!"
Cómo Hacerla Sin Morir en el Intento
La primera vez que intenté hacer la receta por mi cuenta, inundé la cocina de harina y casi prendo fuego al horno. La segunda vez, invité a Javier para supervisar. Entre carcajadas y algún que otro insulto cariñoso, me enseñó el proceso:
Mezclas agua tibia con azúcar y levadura en un bowl. "Déjalo reposar 10 minutos. Ve a ver algo en Instagram mientras tanto, pero no te OLVIDES."
Después añades la harina, sal y aceite. "Ahora amasa como si estuvieras estrujando a tu ex. Con rabia pero con cariño, 5 minutos mínimo". La masa no debe pegarse a tus manos al final.
La dejas reposar en un bol engrasado con aceite y tapado con un trapo hasta que crezca. "Como mis facturas de luz", añadió.
Divides la masa (nosotros hicimos 4 pizzas individuales) y la estiras CON LOS DEDOS, nada de rodillos. "Los italianos usan rodillos, los cubanos usamos las manos para todo", me guiñó el ojo otra vez.
Le pones la salsa, el queso y luego... "¡LO QUE TE DÉ LA GANA, CHICO! Jamón, piña, plátano maduro, lo que tengas en la nevera". (Probamos una con plátano maduro y jamón que estaba DE-LI-CIO-SA).
La metes al horno a 180°C unos 15 minutos. "Los últimos 5 minutos súbele a 200°C para que se dore ese borde, papá".
Y lo más importante: "La doblas por la mitad para comerla, como si fuera un taco cubano. Si usas tenedor, no vuelvo a cocinarte nunca".
Desde entonces, he preparado pizza cubana cada viernes. Mi novia ya está harta, mi madre me pide la receta constantemente, y mis amigos italianos han amenazado con desheredarme. Pero no me importa, porque cuando muerdo esa masa esponjosa con bordes crujientes, doblada exactamente por la mitad, con el queso derritiéndose y escurriéndose entre mis dedos... por un momento, siento que estoy en La Habana, con el sol en la cara y una cerveza fría en la mano.
Y todo gracias a Javier y su pizza post-borrachera. Salud a eso.
P.D.: Si alguna vez visitan Cuba (cuando sea posible viajar allí), TIENEN que probar la pizza local. Hasta entonces, espero que esta receta les ayude a traer un pedacito de La Habana a su cocina. ¡A cocinar se ha dicho!
LEE TAMBIEN: Chicharritas de Coditos: Sabores que Resucitan Mi Cuba
Redacción: Cortadito News
#PizzaCubana #RecetaDeBorrachera #FusiónItaloCaribe #MasaConSabor #CocinaCasera #NoTravelToCuba
Publicar un comentario
0 Comentarios