Cuando The Beatles anunciaron su separación, todo el mundo se imaginó un torbellino de egos, roces creativos y diferencias irreconciliables. Pero la historia, como siempre, es más enredada. Ahora, un nuevo hallazgo de documentos legales pone sobre la mesa un drama mucho más terrenal: dinero, deudas y un enredo judicial digno de una serie de Netflix.
Más de 300 páginas de acuerdos, contratos y disputas financieras muestran que, tras la muerte de su mánager Brian Epstein en 1967, la banda no solo perdió su brújula artística, sino que quedó atrapada en un pantano de líos legales. Y aquí viene lo bueno: estos archivos inéditos serán subastados el 12 de diciembre por la casa de remates Dawsons. ¿Precio estimado? Más de 5.000 libras esterlinas (unos 6.350 dólares).
Entre impuestos y traiciones: la pelea que nadie vio venir
Si pensabas que las peleas entre John, Paul, George y Ringo eran por quién tenía la última palabra en el estudio, te falta una parte del cuento. Resulta que el fisco británico ya les tenía echado el ojo por ciertas irregularidades contables. Vamos, que ni los Beatles se salvaron de los problemas con Hacienda.
Pero la verdadera bomba explotó cuando John, George y Ringo quisieron que Allen Klein se hiciera cargo de las finanzas del grupo. Paul McCartney, en un movimiento que se sintió más como un "no confío en este tipo ni un segundo", se negó rotundamente. ¿El resultado? Un pleito legal en 1970 que no solo dejó en evidencia que Klein no era precisamente un ángel de la contabilidad, sino que terminó de romper cualquier puente entre McCartney y los demás.
Viejas heridas y negocios truncados
Como si todo esto no fuera suficiente, los documentos también sacan a relucir historias que parecían enterradas. Una de ellas es la salida de Pete Best en 1962 y su reemplazo por Ringo Starr. Aunque ya habían pasado años, parece que el asunto dejó cicatrices más profundas de lo que se creía.
También se revelan peleas por derechos musicales y cinematográficos. Y es que cuando hay dinero y fama de por medio, las cosas nunca son sencillas. Entre acuerdos incumplidos y disputas de propiedad intelectual, cada paso hacia la disolución del grupo fue un campo minado.
“Todos querían seguir con sus vidas, hacer su propia música, pero no podían escapar del embrollo legal que los tenía atados”, comentó Denise Kelly, directora del departamento de entretenimiento de Dawsons.
Un divorcio que tardó más de la cuenta
Aunque McCartney dio el portazo en 1970, el divorcio legal de The Beatles no se hizo oficial hasta 1974. Sí, cuatro años de trámites, abogados y papeleo interminable para cerrar una historia que revolucionó la música.
Ahora, esos documentos cargados de historia (y de reclamos millonarios) estarán disponibles para los coleccionistas. ¿Será una pieza de museo o simplemente otro recordatorio de que hasta las mayores leyendas del rock tienen que lidiar con abogados y facturas?
Habrá que esperar a la subasta para saber cuánto están dispuestos a pagar por este pedazo de historia.
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Con información: Infobae
Redacción: Cortadito News Escrito por: Pedro Alfonso Sánchez
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