¿Cómo es posible que quienes encarcelaron a inocentes por pensar diferente ahora disfruten de la libertad que negaron a otros? Esta pregunta me quita el sueño desde que descubrí algo que no podía creer: un juez que firmó sentencias contra presos políticos en Cuba ahora vive tranquilamente en Tampa. Segun informacion publicada en Martí Noticias por el periodista Mario J. Pentón. #NoTravelToCuba
La historia que nadie cuenta sobre el éxodo cubano
Mientras miles de cubanos arriesgan sus vidas en el mar buscando libertad, algunos de los que ayudaron a mantener la opresión en la isla también han encontrado su camino hacia Estados Unidos. Y no, no estoy exagerando.
El juez Amalio Alfaro Matos, quien condenó a periodistas independientes y pastores religiosos en Guantánamo, llegó a Tampa en abril de 2023 mediante el programa de parole humanitario. Lo más increíble es que ahora busca acogerse a la Ley de Ajuste Cubano para obtener su residencia permanente. ¡Vaya ironía del destino!
Rostros de la injusticia: Las víctimas hablan
Roberto de Jesús Quiñones Haces, periodista independiente, no puede olvidar aquel día en el tribunal cuando Alfaro Matos le negó su derecho a apelar una sentencia fabricada. "Me condenó a un año de cárcel por simplemente cubrir el juicio de dos pastores evangélicos", me comentó con la voz quebrada.
"No es justo que alguien que actuó como represor y jamás ha pedido perdón viva aquí cómodamente, mientras los verdaderos perseguidos siguen atrapados en la isla", añadió Quiñones Haces.
La historia de persecución que conmocionó a Guantánamo
Pero Roberto no fue el único. La organización Prisoners Defenders documentó el caso de Éider Frómeta Allen, un activista que promovía la campaña #YoVotoNo en 2019. Frómeta sufrió palizas, aislamiento y negación de asistencia médica tras ser condenado por Alfaro Matos.
El estado de salud de Frómeta sigue siendo crítico, mientras su madre denuncia públicamente su deterioro. Los agentes del régimen incluso han amenazado a su esposa para que lo abandone. Esta es la clase de "justicia" que administraba nuestro nuevo vecino de Tampa.
De la sala del tribunal a las calles de Florida
La carrera de Alfaro Matos comenzó como abogado en Baracoa, pero pronto ascendió en el sistema judicial, primero en tribunales municipales y luego en el provincial. Según quienes lo conocieron, se convirtió en uno de los jueces más severos contra opositores en el Oriente cubano.
"En Cuba no hay debido proceso. Los tribunales están subordinados al Partido Comunista y a la Seguridad del Estado", explicó Quiñones, algo que cualquiera que haya vivido bajo el régimen castrista sabe perfectamente.
El caso de los pastores: Fe castigada
Otro caso emblemático fue el de los pastores Ramón Rigal y Aida Expósito, condenados a 11 meses de prisión por... ¿adivinen qué? Por educar a sus hijos en casa según sus creencias religiosas. Alfaro Matos ratificó esta sentencia sin pestañear.
Lo más indignante es que mientras estos pastores continúan en Cuba, Alfaro Matos disfruta de libertades que negó a otros. Y no está solo: Anabel Campos Castro, exdirectora de un Joven Club en Guantánamo y testigo clave en el juicio de los pastores, también reside actualmente en Estados Unidos.
El Congreso estadounidense toma nota
El representante Carlos Giménez no se quedó callado. Durante una audiencia reciente en el Congreso, preguntó directamente a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, qué acciones tomará el gobierno ante la presencia de represores cubanos en EEUU.
Noem reconoció que los programas migratorios han sido "pervertidos" y afirmó que su departamento trabaja para restaurar la integridad del sistema. Pero mientras tanto, ¿cuántos más como Alfaro Matos caminarán entre nosotros?
La punta del iceberg
El caso de este juez no es aislado. Según Quiñones, decenas —incluso cientos— de antiguos funcionarios del régimen cubano, incluyendo fiscales, jueces y agentes de la Seguridad del Estado, viven hoy en Estados Unidos sin haber rendido cuentas por su papel en la represión.
"No guardo odio, pero sí una profunda frustración", confesó Quiñones. "Hay muchas personas que merecen estar en Estados Unidos y no han podido llegar. Mientras tanto, quienes los condenaron por pensar distinto, ya están aquí".
¿Qué opina Alfaro Matos?
Intenté contactar al exjuez para darle la oportunidad de responder a estas graves acusaciones. Hasta la fecha de publicación de este artículo, no ha contestado a mis solicitudes. El silencio a veces dice más que mil palabras.
¿Y ahora qué?
La justicia debe prevalecer. No puede ser que quienes negaron libertades fundamentales ahora vivan bajo la protección de esas mismas libertades. Como comunidad de exiliados y defensores de los derechos humanos, debemos preguntarnos: ¿Estamos haciendo lo suficiente para asegurar que quienes violaron derechos humanos en Cuba rindan cuentas?
Si conoces casos similares o tienes información sobre antiguos represores cubanos viviendo en Estados Unidos, comparte esta historia. La verdad debe salir a la luz.
¿Qué piensas sobre esta situación? ¿Deberían los exfuncionarios del régimen cubano tener el mismo derecho a emigrar que sus víctimas? Déjame tu opinión en los comentarios.
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Redacción: Cortadito News
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