El comunicador cubano Frank Abel Gómez Bernal fue detenido el pasado 14 de diciembre en el condado de Oklahoma tras cometer una infracción de tránsito que, de no haber sido por una documentación irregular, habría quedado en una simple multa. (Porque, al final del día, quién no ha hecho un giro de más en una esquina desconocida, ¿verdad?) Pero esta vez, la suerte no estuvo de su lado.
Detalles que importan.
Según confirmó Periódico Cubano, los agentes lo interceptaron tras observar que realizó un giro a la izquierda con semáforo en rojo —una infracción, sí, pero bastante común en zonas con poca vigilancia. El problema surgió al revisar sus papeles: conducía con licencia suspendida y sin seguro de automóvil activo, lo que transformó una situación menor en un asunto penal.
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Ahora bien, según relataron los influencers Destino Tolk y Fernán en su programa, el presentador —presuntamente nervioso— reaccionó con agitación al ser detenido, lo que derivó en un cargo adicional por resistencia al arresto. No hubo violencia, insisten las fuentes; más bien un desborde emocional difícil de controlar en el momento.
¡Uf! Esto me recuerda a esas veces en que uno pierde el control por un segundo… y luego todo se desmorona. Pero bueno, centrémonos.
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En total, enfrenta cuatro cargos: mal giro en la vía pública, conducir con licencia suspendida, seguro inactivo y resistencia al arresto. Aunque su ficha policial aún no especifica el monto de la fianza, Destino Tolk afirmó estar dispuesto a cubrirla para que enfrente el proceso en libertad.
¿Genial? Más bien… delicado.
Trascendió que la reacción de Frank Abel podría estar ligada a su situación migratoria irregular. Llegó a EE. UU. en 2022 tras salir de Cuba con pasaporte oficial, y desde entonces no ha regularizado su estatus. “Imagínate a una persona expresiva, acostumbrada a hablar frente a cámaras, de pronto rodeada de policías, sin saber qué viene después… con ese miedo constante de que ICE aparezca”, explicaron allegados durante el programa de Tolk y Fernán.
La versión no busca justificar, sino entender: a veces, el pánico nubla el juicio.
Autoridades locales actuaron con celeridad, como es protocolo en estos casos, y la denuncia ciudadana —aunque no se menciona si hubo testigos— refuerza la importancia de respetar las normas viales, sobre todo cuando se maneja sin los documentos en regla.
Curiosamente, este incidente huele a esas viejas historias de los 90: como la cinta VHS que uno olvidaba rebobinar y terminaba enredada para siempre. Acá, lo que se dejó de atender no fue una mascota digital, sino una situación legal que, con el tiempo, se volvió más compleja. Y aunque afuera no llueve en Oklahoma, hay un olor a tensión en el aire —como antes de una tormenta que nadie quiere ver caer.
Por ahora, la investigación continúa bajo jurisdicción local. No hay intervención del MININT, ya que los hechos ocurrieron en suelo estadounidense. Pero si el Servicio de Inmigración (ICE) decide actuar tras este nuevo arresto, Frank Abel podría enfrentar no solo cargos penales, sino también un proceso de deportación.
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Fuente: Periódico Cubano
Redacción: Cortadito News
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