Hugo Carvajal (alias "El Pollo"), quien fuera jefe de inteligencia militar en Venezuela, acaba de soltar unas declaraciones que tienen a más de uno con la boca abierta. En una carta enviada al presidente Donald Trump—publicada por The Dallas Express—, este tipo que manejó los secretos más oscuros de Chávez y Maduro describe un plan narco-terrorista orquestado desde Cuba para llenar Estados Unidos de cocaína. Sí, así como suena: usar droga como arma política.
Su abogado Robert Feitel confirmó que la carta es auténtica, aunque claro, nadie ha podido verificar de forma independiente todo lo que dice ahí dentro. Pero vamos, que Carvajal no es cualquier fulano—pasó décadas en las entrañas del poder chavista.
Letter written to President Trump from a man formerly inside the Maduro regime/cartel. This is a stark warning. https://t.co/lyBOaMU0Vo pic.twitter.com/7sp657VBLS
— Kari Lake (@KariLake) December 4, 2025
Cuba, cocaína y una estrategia retorcida
Según cuenta Carvajal, fue el régimen cubano quien armó todo este lío a mediados de los 2000. La idea era simple pero brutal: inundar a Estados Unidos con cocaína para debilitarlo desde adentro (como quien echa veneno en el café del vecino, pero a nivel geopolítico). Chávez compró la idea completa, y después Maduro junto al famoso Cártel de los Soles se encargaron de ejecutarla durante años.
¿Y quiénes más metieron mano? Las FARC, el ELN, agentes cubanos y—agárrense—hasta Hezbolá. Venezuela les dio armas, pasaportes falsos e impunidad total para operar dentro del país. ¿Genial? Más bien escalofriante.
Carvajal se declaró culpable este año en un tribunal federal por conspiración para traficar cocaína hacia territorio gringo. Los fiscales lo señalan—junto a Maduro y Diosdado Cabello—como pieza clave del Cártel de los Soles. Ahora dice que escribe esta carta para "expiar sus pecados" y contar toda la verdad sobre dos décadas de operaciones sucias.
El tipo fue general de tres estrellas, de la confianza absoluta de Chávez y Maduro. Vio de primera mano cómo el gobierno venezolano se transformó en una organización criminal. La política antidrogas se tiró por la ventana y en su lugar pusieron una estrategia deliberada: narcotráfico como herramienta de guerra contra Washington.
El Tren de Aragua y las bandas exportadas
Pero espera, que hay más. Carvajal también mete el dedo en la llaga con las bandas criminales venezolanas, especialmente el Tren de Aragua. Dice que el régimen las organizó dentro y fuera de las cárceles para usarlas como fuerza de choque y defender al gobierno (básicamente, sicarios con patente de corso).
Cuando Chávez palmó, Maduro llevó esto al siguiente nivel: expulsó a miles de delincuentes hacia otros países. Y aquí viene lo feo—cuando Biden y Harris abrieron la frontera, el régimen venezolano lo vio como una autopista para meter células criminales en suelo estadounidense. Esto me recuerda a cuando dejabas la puerta abierta y entraban todos los mosquitos... bueno, da igual.
La migración masiva venezolana no fue solo gente huyendo de la miseria (que también), sino que—según Carvajal—incluía criminales con misiones específicas.
Espías, cables submarinos y más paranoia justificada
¿Pensaste que ya era suficiente? Pues no. Carvajal añade que agentes rusos le propusieron a Chávez sabotear cables submarinos de Internet que conectan Sudamérica con Estados Unidos. Tecnologíq de punta para joder las comunicaciones (perdón por el typo, pero es que me hierve la sangre con estas cosas).
En 2015, el mismo Carvajal le advirtió a Maduro sobre un puesto de escucha ruso que estaban construyendo en La Orchila, una isla venezolana. Durante veinte años, Venezuela mandó espías gringos—algunos haciéndose pasar por opositores al régimen—. La inteligencia cubana le mostró supuestas redes infiltradas dentro de bases navales estadounidenses.
Y aquí viene la cereza del pastel: Carvajal afirma que "diplomáticos estadounidenses y agentes de la CIA recibieron pagos" para ayudar al chavismo. ¿Corrupción en las altas esferas? No me digas... ¡Uf! Si esto se confirma, va a haber más de un escándalo político.
Smartmatic y elecciones bajo sospecha
Como si todo lo anterior fuera poco, Carvajal dispara contra Smartmatic. Según él, esta empresa de tecnología electoral "nació como herramienta del régimen venezolano" y su sistema puede ser manipulado sin problema. Dice que tienen planes de contingencia para cualquier escenario extremo en temas electorales.
Estas acusaciones sobre Smartmatic no son nuevas, pero venir de alguien que estuvo tan adentro del régimen le da otro peso. Claro que habrá que ver si presenta pruebas concretas o si solo son palabras al viento.
¿Qué tan creíble es todo esto?
Mira, Carvajal no es un loquito cualquiera hablando desde un blog conspiranoico. El tipo fue general de tres estrellas, jefe de inteligencia militar, mano derecha de dos presidentes. Estuvo en el meollo de las operaciones más secretas del chavismo durante décadas. Si alguien sabe dónde están enterrados los cadáveres (literal y figuradamente), es él.
Ahora bien, que tenga información privilegiada no significa automáticamente que todo sea cierto. Podría estar exagerando para negociar una pena menor, o mezclando verdades con mentiras para protegerse. Los fiscales estadounidenses lo consideran parte central del Cártel de los Soles, así que tampoco es que sea un santo confesando sus pecados.
Martí Noticias pidió comentarios a la Casa Blanca sobre esta carta explosiva, pero hasta ahora: silencio absoluto. Ni confirmación ni desmentido. Las autoridades estadounidenses tendrán que investigar estas alegaciones a fondo antes de tomar acciones concretas.
Las implicaciones internacionales
Si aunque sea la mitad de lo que dice Carvajal es verdad, estamos hablando de un escándalo geopolítico mayúsculo. Un régimen usando narcotráfico como arma de guerra, exportando bandas criminales, infiltrando espías, comprando funcionarios estadounidenses y manipulando sistemas electorales. Suena a guion de Netflix, pero podría ser realidad.
La relación entre Cuba, Venezuela, Rusia y grupos terroristas tomaría una dimensión totalmente nueva. Las sanciones contra el régimen de Maduro podrían intensificarse brutalmente si Washington confirma estas acusaciones. Y varios países latinoamericanos que han recibido olas de migración venezolana tendrían que replantear sus políticas de seguridad.
Por ahora toca esperar. Esperar más evidencias, más testimonios, más documentos desclasificados. Pero una cosa es segura: cuando alguien del nivel de Carvajal habla, la gente escucha. Y tiembla.
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Fuente: The Dallas Express / Martí Noticias
Redacción: Cortadito News
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