Se Jodió el Transporte Otra Vez en La Habana: Los Triciclos Parados por los Apagones

Coño, qué bronca. Ayer salgo corriendo de casa porque llegaba tarde al trabajo y cuando llego a la parada... nada. Ni un triciclo. La gente parada ahí como zombis esperando algo que no iba a llegar. Una señora me dice "mijito, llevamos aquí desde las 6 y no ha pasado ni uno".

Total que me entero por Facebook, por la página de La Tijera, que los triciclos de las rutas 9, 10, 11 y 42 están parados. ¿Por qué? Porque no hay luz para cargarlos. Así de simple y así de jodido. En Playa y otros lugares de La Habana la cosa está igual.

Mira, yo no soy de quejarme mucho, pero esto ya me tiene harto. Cada vez que parece que algo va a funcionar bien... ¡zas! Otra vez la misma mierda de siempre.

La Realidad de Moverse en Esta Ciudad 

Déjame contarte lo que viví ayer. Después de estar parado como un bobo 40 minutos en la parada, decidí caminar. Desde Playa hasta el Vedado. Bajo un sol que te derrite el cerebro. Llegué al trabajo hecho un trapo, sudado como si hubiera corrido una maratón.

Mi jefe me miró con cara rara y yo le expliqué lo del transporte. El tipo se rio... se rio. "Siempre la misma excusa", me dijo. Excusa mis cojones. Como si uno se inventara estas cosas.

La página de La Tijera en Facebook está llena de comentarios de gente igual que yo. Personas normales que no pueden llegar a sus trabajos, que faltan a citas médicas, que no pueden hacer sus cosas básicas porque este país se está cayendo a pedazos.

Cuando Todo Se Vuelve un Problema

Mi hermana trabaja en un hospital. Ayer me llamó llorando porque llegó tarde a su turno y la regañaron. "No es justo", me decía. "Yo salí temprano, hice todo bien, pero no hay transporte".

¿Y qué le digo? ¿Que tenga paciencia? ¿Que las cosas van a mejorar? Mentira. Las cosas están cada vez peor y todos lo sabemos.

Los triciclos eléctricos eran lo único que funcionaba medio bien. Por fin teníamos algo que llegaba a tiempo, que no se rompía cada dos días como las guaguas viejas. Pero no... hasta eso se jodió.

Roberto, un chofer que conozco del barrio, me contó que lleva una semana sin trabajar. "¿Cómo voy a mantener a mi familia?", me preguntó. Y yo qué carajo le iba a decir. El tipo tiene razón. Sin luz no puede cargar el triciclo, sin triciclo no puede trabajar, sin trabajo no come.

Lo Que Nadie Dice Pero Todos Sabemos 

La Verdad Que Duele 

Esto no es casualidad. Esto no es "circunstancias difíciles" ni "situación temporal". Esto es resultado de décadas de negligencia, de promesas que no se cumplen, de un sistema que no funciona.

Los apagones no son algo nuevo. Llevamos meses con esto. Pero ahora que afecta el transporte, que afecta algo que la gente necesita todos los días, se ve más claro el desastre que tenemos encima.

En La Tijera leí un comentario que me llegó al alma: "Mis hijos preguntan por qué no funciona nada en este país y yo no sé qué decirles". Esa es la realidad. No sabemos qué decirles a nuestros hijos.

El Día a Día que Nadie Ve 

Ayer en la cola del pan conocí a Mercedes, una viejita que vive sola. Me contó que no ha podido ir al médico en dos semanas porque no hay forma de llegar. "Antes caminaba", me dice, "pero ya estas piernas no me dan".

Esas son las historias reales. Gente mayor que se queda encerrada en sus casas. Trabajadores que pierden el empleo por llegar tarde. Estudiantes que faltan a clase. Madres que no pueden llevar a sus hijos al médico.

Y mientras tanto, en las noticias solo hablan de "mejoras en el sistema eléctrico" y "planes de contingencia". Planes mis huevos. Lo que necesitamos es que las cosas funcionen.

La Información Que Sí Sirve 

La página de La Tijera en Facebook se ha vuelto mi salvación. Ahí sí dicen la verdad. Ahí sí publican lo que está pasando realmente, sin adornos ni mentiras bonitas.

Por Fin Alguien Dice las Cosas Como Son 

Cada mañana lo primero que hago es revisar La Tijera para saber qué rutas están funcionando. Es triste que tengamos que depender de Facebook para saber si vamos a poder movernos por nuestra propia ciudad.

Pero así son las cosas. La información oficial llega tarde, mal y nunca. En La Tijera la gente reporta en tiempo real. "Ruta 9 sin servicio", "En 10 de Octubre tampoco hay triciclos", "Playa sigue sin luz para cargar".

Es la única manera de planificar el día. Porque si no sabes qué esperar, puedes perder horas esperando algo que no va a llegar.

Mis Reflexiones Después de Vivir Esto 

Han pasado varios días desde que empezó este problema y yo sigo pensando en lo mismo: ¿hasta cuándo vamos a seguir así?

Lo Que Pienso de Verdad 

Esto no se arregla con parches. No se arregla con promesas. Esto necesita cambios reales, inversión seria, gente que sepa lo que está haciendo y que le importe el pueblo.

Mientras tanto, nosotros seguimos jodiéndonos. Salimos más temprano, caminamos más, gastamos más dinero en taxis cuando podemos pagarlo. Nos adaptamos porque no nos queda de otra.

Pero no está bien. No debería ser normal esto. En ningún país normal la gente tiene que revisar Facebook para saber si va a poder ir a trabajar.

La Realidad Sin Maquillaje 

Los triciclos eléctricos parados son solo un síntoma. El problema real es que nada funciona como debería. La luz va y viene cuando le da la gana, el transporte es una lotería, la información oficial es una mentira.

Y nosotros, los ciudadanos normales, pagamos las consecuencias. Llegamos tarde, perdemos trabajos, nos enfermamos del estrés, nos volvemos locos tratando de resolver problemas que no deberíamos tener.

Mi vecina Caridad lo resume mejor que yo: "Esto no es vida, esto es supervivencia". Y tiene razón. Cada día es una lucha para hacer cosas básicas que en cualquier lugar normal serían automáticas.

¿Y Ahora Qué? 

Mientras escribo esto, pienso en mañana. En tener que levantarme otra vez sin saber si voy a poder llegar a tiempo al trabajo. En mi hermana que va a salir extra temprano del hospital por si acaso. En Roberto que sigue sin poder trabajar.

La información de La Tijera al menos nos mantiene al tanto. Es lo único que tenemos: saber qué está roto para poder improvisar soluciones.

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Porque eso es lo que hacemos: improvisar, resistir, jodernos un poco más cada día. Pero no porque queramos, sino porque no nos dejan otra opción.

¿Tú también estás pasando por esto? ¿Cómo te las arreglas para moverte por La Habana? Cuenta tu experiencia, a veces ayuda saber que no somos los únicos en esta lucha diaria.

Redacción: Cortadito News

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