La Crisis Cubana: Retroceso a lo Primitivo

La realidad que el régimen no quiere que veas

Cuando Fidel Castro prometió un futuro brillante para Cuba, nadie imaginó que décadas después los cubanos estarían luchando por conseguir un simple trozo de pan. Lo que estamos presenciando hoy en la isla no es simplemente una crisis temporal – es un verdadero retroceso a condiciones primitivas que afecta a millones de personas. #NoTravelToCuba

He seguido de cerca la evolución de esta situación y lo que veo me parte el corazón. En Guantánamo, las autoridades han anunciado que solo los menores de 13 años y personas hospitalizadas tendrán acceso al pan. ¿Pueden imaginarlo? Un alimento básico, convertido en lujo inaccesible para la mayoría.

Esta escasez no es casualidad. Representa el fracaso sistemático de un modelo que ha llevado a los cubanos a vivir como en la era prehistórica: cocinando con leña arrancada hasta de las ventanas, sin gas, sin electricidad confiable, y regresando a métodos alimenticios ancestrales por necesidad, no por elección.

El casabe: ¿tradición cultural o símbolo de miseria?

El régimen intenta disfrazar la crisis como un "redescubrimiento cultural", promoviendo alimentos tradicionales como el casabe, una tortilla hecha de yuca. En uno de los videos que circulan, un portavoz oficial declara: "En un momento de crisis alimentaria que vivimos actualmente, pues el casabe también creemos que puede ayudar a paliar un poco esto."

¿Tradición cultural o desesperación alimentaria? Los cubanos no están comiendo casabe por amor a sus raíces taínas, sino porque no tienen alternativas. El mensaje resulta tan absurdo como insultante:

"Nuestro objetivo es hacer que el casabe ocupe el lugar que debe tener por su valor histórico, cultural y nutricional en la dieta del cubano."

¿Y el pan? ¿Y la carne? ¿Y todos los alimentos básicos que constituyen una dieta normal en el siglo XXI? El problema no es que algunas personas quieran consumir casabe – el problema es que un sistema entero está obligando a millones a comer lo que pueden encontrar para sobrevivir.

La contradicción del pan

Lo más indignante de esta situación es la evidente contradicción: mientras el estado anuncia que no hay pan para la población general, las "mipymes" (pequeñas empresas privadas) siguen vendiéndolo a precios elevados. ¿Quién se beneficia con esta escasez artificial? Aquellos con conexiones y permisos para importar, los "empresarios" cercanos al régimen que hacen millones a costa del hambre popular.

Retorno al primitivismo: la nueva normalidad cubana

Las escenas que se observan diariamente en Cuba son propias de otra época:

Personas haciendo largas filas para conseguir carbón para cocinar

Familias buscando mangos y frutas silvestres para alimentarse

Cubanos fabricando casabe de forma artesanal como única alternativa alimenticia

Ciudadanos construyendo paneles solares caseros ante la falta constante de electricidad

Como me comentaba una señora en un video desde Cienfuegos: "Esto es la moda de cada hora, esto es la cola del gas", mientras mostraba una fila interminable de personas esperando por carbón. Cuando intentó seguir hablando, un hombre mayor la interrumpió diciendo: "Este es el gas de nosotros", en un intento por silenciarla.

El contraste que indigna

Lo más doloroso es contrastar esta miseria con los lujos de quienes dirigen el país. Mientras piden "resistencia creativa" al pueblo, ellos exhiben relojes Rolex valorados en miles de dólares, zapatos de diseñador y viajan por el mundo con todos los gastos pagados.

Como apunta un usuario en redes sociales: "El derroche de lujos de Díaz-Canel y Lis Cuesta no tiene fin". El mismo presidente que pide sacrificios porta un reloj valuado en aproximadamente $14,000 dólares. ¿De dónde sale ese dinero cuando el salario medio en Cuba apenas alcanza para sobrevivir unos días?

Un diseño, no un accidente

Esta situación no es casualidad ni consecuencia inevitable del bloqueo, como suele argumentarse. Es un diseño deliberado donde la miseria de la mayoría garantiza el enriquecimiento de unos pocos. Los administradores del sistema y sus socios empresariales se benefician enormemente del sufrimiento popular:

Controlan las remesas y su cambio

Manejan las importaciones de productos básicos

Determinan quién puede abrir negocios y bajo qué condiciones

Se aprovechan de la desesperación para mantener control social

¿Hasta cuándo seguirá esta situación?

La pregunta que todos nos hacemos es: ¿hasta cuándo? La respuesta, dolorosamente, depende del mismo pueblo cubano. Mientras tanto, es fundamental que el mundo conozca esta realidad, que veamos más allá de las playas turísticas y los discursos oficiales.

Los cubanos de hoy no están viviendo en el socialismo prometido sino en un sistema feudal moderno donde son tratados como siervos por una élite privilegiada. Y lo más trágico es que este sistema se sostiene, en parte, gracias al dinero enviado por familiares que se exprimen trabajando en otros países para mantener a sus seres queridos en la isla.

Como comunicador, siento la responsabilidad de seguir exponiendo estas realidades, de mostrar lo que muchos medios ignoran o minimizan. Continuaré trabajando en reportajes que documenten esta crisis y, sobre todo, que identifiquen a quienes se benefician del sufrimiento ajeno.

Si te ha impactado esta información, te invito a compartirla en tus redes. El conocimiento es el primer paso para el cambio. Y si tienes familiares en Cuba, quizás sea momento de replantearnos cómo nuestra ayuda, aunque bien intencionada, puede estar alimentando indirectamente un sistema diseñado para perpetuar la miseria.

LEE TAMBIEN:  ¡LA TELEVISIÓN CUBANA SE APAGA! 😫 LA DICTADURA NOS DEJA A OSCURAS EN 2025

Redacción: Cortadito News  Escrito por: Pedro Alfonso Sánchez

#NoTravelToCuba